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lunes, 13 de abril de 2009

Celebración del Sábado Santo.


Este Sábado Santo, tuvo lugar en la Iglesia Parroquial de Sant Genís dels Agudells, en Barcelona la celebración de la Vigilia Pascual. El Pater Joaquín Climent que oficiaba la homilía quiso invitar para que asistieran a uno de los días más importantes de la liturgia católica, al Coronel de los Reales Tercios de España, Sr. Guardiola y al Comendador de Barcelona de la Supremus Militari Ordo Templi Hierosolymitani-Maestrazgo Internacional Templario, Fr.++Ramón Villar.

Tras el silencio y el recogimiento propios del sábado Santo, y llegadas ya las ocho de la tarde; expectantes a la gran celebración todos los asistentes congregados en Sant Genís, tras el anuncio del Pater Climent, nos dirigimos hacia el exterior del Templo, donde un fuego acogedor, esperaba llameante al Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza el cuerpo de Cristo Resucitado. Tras haberse encendido el Cirio Pascual, los fieles hicieron lo propio con sus velas. Una vez llegados al presbiterio y colocado el Cirio en el ambón, se encendieron todas las luces del templo, que hasta ese momento permanecieron apagadas y acto seguido y acompañados del cántico del Exsultet, el Padre Joaquín proclamó la Gloria de la Resurrección de Cristo, envolviendo a los allí presentes en una “aureola” de Comunión y Renovación en Cristo.

Una vez más las palabras del Pater Joaquín Climent i Abad, llenaron de gozo a todas las personas que pudimos asistir, a la que es sin duda, la celebración más importante que tenemos los católicos. Por ese motivo, desde la Encomienda de Barcelona queremos recordar las palabras de la decimocuarta estación del Via Crucis:

“Cuando tantas veces proclaman la muerte de Dios, cuando se profetiza la muerte de la Iglesia, la espera y la expectación es grande: ¿Dónde habéis puesto al Señor? ¿Dónde está el Muerto? Hoy sabemos que Él, Jesús el Cristo, ha resucitado y que vive entre nosotros, confiando en que seamos sus testigos, los testigos de su resurrección, y de que está vivo entre nosotros.”

Danos, Señor, el don de la unidad, para que el Mundo crea.

Non Nobis, Domine, Non Nobis, Sed Nomini Tuo Da Gloriam. [No a nosotros, Señor, no a nosotros, sea la Gloria en Tu Nombre.]

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