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viernes, 5 de noviembre de 2010

Barcelona y la “Sagrada Familia”, preparadas para recibir al Santo Padre




Este próximo sábado 6 de noviembre, Benedicto XVI tras su estancia en la ciudad de Santiago de Compostela, viajará hasta la Ciudad Condal para celebrar una misa que servirá de dedicación al templo de la Sagrada Familia de Barcelona.

Benedicto XVI comentó tras la finalización de la audiencia de los miércoles, que viajará a España como un “testigo de Cristo” y recalcó sobre la visita a Santiago de Compostela “uniéndome así a los peregrinos”. En cuanto a la visita a Barcelona, reconoció “tendré la alegría de dedicar el maravilloso templo de la Sagrada Familia, obra del genial arquitecto Antoni Gaudí.

Dedicación a la Sagrada Familia

La ceremonia dará comienzo el domingo 7 de noviembre a partir de las 10 de la mañana, hará prácticamente intransitable el centro de la ciudad. Y es que la capital catalana ha despertado un especial interés con la visita del Santo Padre por una serie de circunstancias:

La primera es que después de muchos años construyéndose la Sagrada Familia de Gaudí, y aunque todavía no ha quedado acabada del todo, el hecho que en el siglo XXI el Papa actual pueda dedicar una nueva catedral, es un evento que no sucede todos los días. La segunda es el interés mundial que suscita la arquitectura de Antoni Gaudí, que es admirada en los cinco continentes y eso ha hecho que más de 3.000 periodistas de todo el mundo se reúnan en Barcelona este fin de semana para cubrir la estancia de Benedicto XVI.

Las medidas de seguridad han sido extremadas al máximo. Colocándose inhibidores de frecuencia en los alrededores de la Sagrada Familia para evitar posibles atentados con bomba y con un despliegue policial que no se ha tenido nunca anteriormente, si exceptuamos los Juegos Olímpicos de 1992 que se disputaron en Barcelona.


El misterioso Antoni Gaudí

Todavía a día de hoy suscita un gran interés la figura de Gaudí, que para algunos como gran creyente que fue, murió en santidad y para otros tantos coqueteó con la masonería catalana. Todos estas personas de antagónicas afirmaciones, se basan en su obra para indagar en la personalidad “hermética” de Gaudí.

Sea como fuere en vida el mejor arquitecto catalán de todos los tiempos, una asociación de laicos creada el 10 de junio de 1992, lucha por la beatificación de Gaudí y hay quien va más lejos y dice que una mujer ciega invocó al genial arquitecto y recobró la vista.

Esto sin duda sirve para demostrar la grandiosidad que ha copado Gaudí y su influencia en nuestra sociedad actual.

La influencia mediática

Ya hemos visto estos días que existen una minoría de personas que no se identifican con la religión cristiana y que han aprovechado el “tirón mediático” para que se les escuche.

Para ello movilizaron a todos los suyos y quisieron ser el centro de atención por unos minutos criticando la visita del Santo Padre, consiguiendo reunir en Barcelona, “la friolera” de 2.500 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona.

Una cifra ridícula si la comparamos con el área de influencia metropolitana de Barcelona, que se estima en cerca de 5.000.000 de personas (según INE 2009)

Y es que para la mayoría de catalanes, el cristianismo continúa siendo la religión oficial por excelencia, dejando ésta una impronta identitaria tanto en la cultura, la historia y la política; de ahí el interés por la inmensa mayoría de catalanes en el seguimiento del Santo Padre en tierras barcelonenses.

Otra de las curiosidades de la visita de Benedicto XVI es que oficiará la misa mayoritariamente en catalán, donde también tendrán presencia la lengua castellana y el latín.

Por otra parte TV3 (la televisión autonómica de Catalunya) retransmitirá en alta definición la misa en el interior de la Sagrada Familia para 150 millones de personas; donde 20 cadenas de televisión de distintas partes del mundo, cubrirán el evento.

Agradecimiento a la visita del Papa

Queremos desde la encomienda de Barcelona felicitar a todas las personas que han hecho posible que Benedicto XVI visite nuestra ciudad; así como también agradecemos de manera especial a nuestro Santo Padre su presencia, no sólo como testigo de Cristo, sino también como máximo responsable del apostolado de Nuestro Salvador en la tierra.

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