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jueves, 31 de marzo de 2011

La Iglesia apuesta por el diálogo en Libia, frente a las perpetuas acciones bélicas.


Desde la encomienda de Barcelona nos hacemos eco de la noticia publicada en la página de Forum Libertas acerca del conflicto armado en Libia. El papa Benedicto XVI se muestra preocupado y cree que agotar el diálogo es la mejor acción para encontrar una posible solución a la crítica situación del pueblo libio.

Por ello hemos considerado interesante esta reflexión del Papa y la hemos querido compartir con todos vosotros.

ForumLibertas.com

La Iglesia se ha volcado en tratar de alentar la vía del diálogo para resolver el conflicto que mantiene Libia entre la población y el dictador Muamar Gadafi. “¿Es posible que no se pueda entender que con las bombas no se soluciona nada?”, ha afirmado recientemente el vicario apostólico de Trípoli, monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli.

Martinelli ha pedido “una vez más” que se busque “una solución diplomática, quizás a través de la mediación de algunos líderes africanos. Quién ha promovido esta guerra debe entender que Gadafi no se rendirá. Esto podría crear una crisis muy larga, con éxito incierto”.

El Papa “preocupado” por la población civil

El propio Papa Benedicto XVI se mostró preocupado en el rezo del Ángelus este domingo, 27 de marzo, por la situación libia al afirmar que frente a las noticias, “siempre más dramáticas”, que llegan de Libia “crece mi preocupación por la incolumidad y la seguridad de la población civil y mi aprensión por el curso de la situación, caracterizada actualmente por el empleo de las armas”.

El Santo Padre considera que en los momentos de mayor tensión “se hace más urgente” la exigencia de recurrir a cualquier medio a disposición de la acción diplomática y de sostener hasta la más débil señal de apertura y de voluntad de reconciliación, entre todas las partes implicadas, “para buscar soluciones pacíficas y duraderas”.

“Dirijo un fuerte llamamiento a los organismos internacionales y a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares para la inmediata puesta en marcha de un diálogo que suspenda el uso de las armas”, sentenció el obispo de Roma. Además, hizo extensible su llamamiento a las autoridades y a los ciudadanos de Oriente Medio “donde, en los últimos días, han tenido lugar episodios de violencia, para que también allí se privilegie el camino del diálogo y de la reconciliación en la búsqueda de una convivencia justa y fraternal”.

Por otro lado, el representante de la Santa Sede en Londres que ha afirmado que la intervención en Libia por parte de la comunidad internacional debe ser “una pacificación duradera”.

El arzobispo Antonio Mennini afirmó después de la Conferencia de Londres de este martes sobre la situación del país africano que “varias representaciones han subrayado cómo la acción militar se legitima sólo si asegura la seguridad de los civiles y preserva de la violación de los derechos humanos por parte del actual régimen”.

Por este motivo, “si las operaciones militares tienen lugar bajo la égida de la OTAN, la gestión de las ayudas humanitarias tendrá que tener lugar a través de un delegado especial del secretario general de la ONU, involucrando de este modo a gran parte de la comunidad internacional”.

Las ayudas consistirán “no sólo en la ayuda inmediata a la población, sino también en la reconstrucción de las carreteras, acueductos, infraestructuras que han sido destruidos durante el conflicto”.

No se ha previsto sólo un apoyo material. “Se ha expresado la voluntad -afirma Mennini- de ayudar a los libios a edificar un futuro político y social inspirado en los principios de democracia y libertad, pero no sustituyendo a los ciudadanos, sino creando un ambiente favorable en este sentido”.

“En este futuro -aclara el nuncio apostólico en Londres-, se ha experimentado plena unanimidad para reconocer que no hay lugar para el actual presidente Muamar Gadafi”.

Representantes católicos se unen para acallar las armas

Los representantes más autorizados de la Iglesia católica, comenzando por el mismo Benedicto XVI, han unido sus voces en los últimos días para exigir a los organismos internacionales y a las partes implicadas que detengan las operaciones militares en Libia.

Los obispos de la Conferencia Episcopal de las Regiones del Norte de África (CERNA), que engloba a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, han emitido este lunes un comunicado en el que se manifiestan contra la guerra.

En ese sentido, se manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Angelo Bagnasco, en su intervención que pronunció este lunes ante el Consejo Permanente de esa institución. Bagnasco explicó que “la invocada y repentina intervención internacional ideada bajo la égida de la ONU y llevada adelante con la participación de la OTAN ha provocado interrogantes y tensiones”.

El purpurado se ha unido “a las apremiantes palabras que el Santo Padre ha expresado en varias ocasiones de solidaridad a esas poblaciones y de auspició de una superación inmediata de la fase cruenta: ante la intervención ya emprendida, deseamos que se detengan las armas, y que sobre todo se preserve la incolumidad y la seguridad de los ciudadanos, garantizando el acceso a los indispensables auxilios humanitarios, en un marco de justicia”.

“Creemos que el camino de la diplomacia es el camino justo y posible, quizá todavía deseada por las partes en causa, premisa y condición para encontrar un 'camino africano' hacia el futuro, invocado sobre todo por los jóvenes. Así se podrán evitar también posibles presiones extremistas, que tendrían resultados imprevisibles y graves”, explicó el cardenal Bagnasco.

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