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lunes, 14 de noviembre de 2011

Evangelio dominical: “Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor.”


Desde la encomienda de Barcelona, en nuestro afán de llevar el Evangelio con la esperanza de que comprendamos la Palabra de Jesucristo, retomamos como cada lunes el evangelio dominical de ayer 13 de noviembre.

Desde Temple Barcelona, deseamos que su lectura os sea provechosa.

“El reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.

Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".

Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes". (Mt 25, 14-30)

Reflexión: Cuesta creer que Nuestro Señor Jesucristo nos hable mediante una parábola de generar más beneficios utilizando como recurso al dinero. Pudiera ser que al igual que hoy día, el dinero despertase un gran interés en la sociedad judía, tanto o más que la salvación de sus almas. Tal vez lo que nos quiera decir el Salvador con estas palabras, sea que a diario nos dejamos arrastrar por nuestros quehaceres y nos olvidamos de otros asuntos tan importantes como la amistad, la fraternidad, nuestra pareja sentimental; en definitiva, preocuparnos de los que tenemos a nuestro lado y que de alguna forma han depositado su confianza en nosotros. Parémonos pues a meditar en quién puede que necesite de nuestro amor, de nuestra ayuda, de nuestro calor, para sentirse reforzado, comprendido y amado.

Plegaria: Señor, despierta en nosotros el interés por conceder ayuda al que está más limitado que nosotros. No permitas que caigamos en la depresión o en la negatividad. A todos nos has dado posibilidades de ser felices y todos tenemos capacidades que nos permitan sentirnos útiles.

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