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lunes, 30 de enero de 2012

Evangelio dominical: “Cállate y sal de este hombre”


Desde la encomienda de Barcelona recuperamos nuevamente el evangelio de ayer Día del Señor, 29 de enero en el ciclo de san Marcos. Y lo hacemos con la intención de que la poderosa Palabra del Hijo resuene en el alma de cada uno de nosotros al leerla.

Desde Temple Barcelona esperamos que su lectura meditada la encontréis instructiva.

Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea. (Mc 1, 21-28)

Reflexión:

A veces creemos que nuestros pensamientos son correctos, que proceden de un razonamiento basado en la lógica humana, pero nunca llegamos a pensar que pudiera ser que esas ideas estuviesen contaminadas por las “fuerzas del mal”. Eso nos ocurre cuando nos dejamos llevar por los miedos y las bajas pasiones, desencadenando malintencionadas palabras que tratan de herir a aquéllos que tenemos delante.

Por ello es imprescindible que meditemos en silencio aquello que no sabemos cuál puede ser su procedencia, con el fin de no caer en posibles errores.

Plegaria:

¡Señor!, ilumínanos con tu poderosa sabiduría para saber valorar los buenos deseos de nuestros semejantes, y apartarnos de aquéllos que pretenden dividirnos con el fin de confundir tus enseñanzas.

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