Evangelio dominical: Algunos dan lo que les sobra, otros dan todo lo que poseen

Desde la encomienda de Barcelona, tras la investidura de este fin de semana de nuestros hermanos de Baleares, volvemos a nuestros quehaceres con ilusión renovada de haber podido compartir con nuestros fratres y sórores del GPTE – SMOTH-MIT, juntamente con los nuevos hermanos investidos que se suman al Gran Priorato Templario de España. A todos ellos, ¡Enhorabuena una vez más! Porque nos habéis regalado unos momentos muy especiales.

Hoy, como cada lunes, queremos continuar con nuestro compromiso de hacer llegar a todos nuestros lectores, el evangelio del Día del Señor. Nuevamente unos versículos del apóstol san Marcos, nos hacen reflexionar sobre la caridad.

Desde Temple Barcelona os invitamos a que reflexionéis privadamente sobre este texto sagrado.

‘Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas 
y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; 
que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad". 
Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. 
Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. 
Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, 
porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".’

Reflexión:

Nuevamente Marcos, nos ofrece las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, recopiladas en los evangelios. Continúa hablándonos del sentido caritativo que debemos tener los cristianos con el prójimo, que también refleja el apóstol Santiago el Menor en su carta (Sant 2, 8-9). ‘Si cumplís la que, según la Escritura, es la ley regia: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, hacéis bien; pero si establecéis diferencias en las personas, cometéis pecado y esa ley os acusa como transgresores’. Por tanto no debemos caer en la tentación en pensar que solo los ricos están en disposición de ayudar a los demás, porque les sobra dinero, sino que somos los pobres de este mundo –en quien depositó su esperanza- los que debemos ser compasivos y ofrecer lo que tenemos para continuar siendo pobres en este mundo de peregrinaje y ricos en el Reino permanente de Dios.

Plegaria:

¡Señor! Haznos ver que las riquezas deben ser compartidas con los que más lo necesitan y no acumularlas en vida para que acaben pereciendo con el paso del tiempo. Te suplico me hagas recordarlo todos los días para poder ser caritativo con los demás.