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lunes, 3 de diciembre de 2012

Evangelio dominical: “El Hijo del hombre vendrá sobre una nube, lleno de poder y de gloria”



Ayer domingo 2 de diciembre, comenzó el tiempo Adviento. Por ello queremos volver a compartir con todos vosotros el evangelio de ayer Día del Señor y que de manera privada lo podamos meditar individualmente. Es tiempo del evangelista Lucas y debemos estar atentos a sus palabras. En el sagrado texto de ayer, nos encontramos a un san Lucas que nos propone que el Retorno del Hijo del hombre no será agradable porque con él vendrán desastres y violencia.

Desde Temple Barcelona estamos seguros que el texto lo encontraréis propicio para su atenta reflexión.

‘Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. 
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. 
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. 
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación". 
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes 
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. 
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".’ (Lc 21, 25-28; 34-36)

Reflexión:

San Lucas nos ofrece una panorámica desesperante de cómo será la tierra antes de la Venida de Nuestro Señor Jesucristo. La angustia y la violencia se darán cita para que posteriormente el Hijo del hombre se presente con la intención de salvarnos de la perdición. De este texto podemos deducir de la importancia que tiene Dios en nuestras vidas. Con Él al margen, no somos más que cuerpos de carne y sangre, hambrientos y deseosos de saciar nuestros instintos más primarios de cualquier forma, más próximos al odio que al amor.

Plegaria: 

¡Señor! No me permitas que me aleje de ti, sólo tu puedes proporcionarnos el amor necesario para que vivamos bajo el respeto y el amor hacia los demás. Haz que la paz gobierne el mundo y lo libere de la esclavitud del egoísmo.

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