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jueves, 31 de enero de 2013

La Santa Sede “estupefacta” por la falsa noticia del diario “The Guardian”



Desde la encomienda de Barcelona queremos compartir con todos vosotros la siguiente noticia publicada en la página Forum Libertas donde trata de una supuesta noticia falseada por el diario británico “The Guardian”. El diario en cuestión es de izquierdas o al menos el 80% de sus lectores dicen votar a los laboristas.

Una vez más, para no perder la costumbre, los medios de comunicación “izquierdistas” continúan a la gresca con la Iglesia. Pero lo mejor para sacar nuestras propias conclusiones es leer el artículo en cuestión.

El padre Lombardi y L'Osservatore Romano desmontan una noticia del diario británico en la que se asegura que la Santa Sede había creado un imperio inmobiliario "gracias a los millones de Mussolini", un artículo "inconsistente" que "parece escrito por alguien que vive en los asteroides"

La pretendida noticia bomba de The Guardian, elaborada "de manera torpe y maliciosa"

ForumLibertas.com
El pasado jueves, 24 de enero, el diario británico The Guardian publicaba una presunta noticia 'bomba' en la que se aseguraba que el Vaticano había creado un imperio inmobiliario internacional gracias a millones donados por Mussolini a cambio del reconocimiento del régimen fascista.

The Guardian afirmaba que había descubierto la existencia de valiosas propiedades en Londres, que serían del Vaticano, como el negocio de Bulgari en la New BondStreet o un edificio en la zona de St. James’s Square, en la esquina con Pall Mall.

De estas propiedades, no es fácil saber quién es el verdadero propietario, pues quien los posee quiso mantener estas informaciones reservadas, añade el rotativo británico.

Federico Lombardi, "estupefacto"

Ante las afirmaciones de The Guardian, que desde la Santa Sede han sido consideradas como fruto de una gran ignorancia, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, se mostró tajante: “Me dejó estupefacto el artículo de The Guardian, parece escrito por alguien que viven en los asteroides. Son cosas sabidas desde hace ochenta años. No ha sido revelado nada que no se supiera”.

Lombardi añadió que la existencia de inversiones por parte de la Santa Sede, con las sumas de la indemnización que dio el Estado Italiano a la Santa Sede por la expropiación de sus territorios y bienes durante la unificación italiana, con los Pactos de Letrán, “son conocidos desde aquella época o sea hace más de ochenta años”.

“Que la Administración del Patrimonio de la Santa Sede Apostólica tenga una sección extraordinaria está escrito incluso en la guía telefónica del Vaticano”. De hecho, es la sección que administra el patrimonio inmobiliario con el que se mantienen oficinas y estructuras, subrayó el portavoz del Vaticano.

"Noticias imprecisas e infundadas"

Por su parte, este lunes, día 28, el diario vaticano L'Osservatore Romano publicó un artículo firmado por su director, Gian María Vian, en el que criticaba duramente las acusaciones de The Guardian y afirmaba que todo es "falso".

"Vaticano, finanzas y fascismo, todo condimentado con secretismo: esos son los ingredientes de una supuesta exclusiva de The Guardian, recogida por la prensa y que no merecía ninguna atención, ya que se trata de noticias imprecisas o infundadas, unidas de manera torpe y maliciosa y predispuestas para sostener que el Vaticano habría construido un imperio inmobiliario internacional gracias a los millones de Mussolini, una fortuna que habría sido obtenida a cambio del reconocimiento del régimen por la Santa Sede en 1929 y sobre la cual existiría un gran secreto”, aclaraba el diario vaticano en su artículo 'No se debe maltratar la historia'.

"Inconsistente"

Vian señalaba que basta leer el artículo del diario británico, "aunque por encima", para darse cuenta de que es "inconsistente", aunque advertía de que "por desgracia su resonancia ha dañado, además de a muchísimos lectores, la más elemental verdad histórica".

"Bastaba poco para recordar que los Pactos Lateranenses de 1929 (que supusieron la creación del Estado de la Ciudad del Vaticano) contemplaban también un convenio financiero. Según ese acuerdo, Italia indemnizaba definitivamente a la Santa Sedecon 750 millones de liras en contante y 1.000 millones en títulos, equivalente a 1.200 millones de euros", agregaba.

Esa cifra, decía Vian, era de "hecho muy inferior a la que el estado italiano tenía que haber desembolsado a la Santa Sede ateniéndose a la ley italiana de las Guarentigie, que había sido aprobada unilateralmente en 1871, y que la Iglesia siempre rechazó".

"Los Pactos Lateranenses no fueron un acuerdo vergonzoso entre la Iglesia Católica y el fascismo, más al contrario, fue una solución necesaria y equilibrada". Los pactos cerraron una etapa de sesenta años "muy dolorosa" y que "por amplísima mayoría" fueron después integrados en la Constitución Republicana italiana de 1947, tras ser valorados positivamente por parte de líderes políticos de la talla de Alcide De Gaspari (democristiano) y Palmito Togliatti (comunista), proseguía el director de L'Osservatore Romano.

Vian también sale al paso de "supuestas" actividades contrarias a los aliados realizadas en aquellos años por la Santa Sede, recogidas por el diario británico, y señala que documentos existentes en el Archivo Nacional británico confirman que a través de "legítimas inversiones en tiempos de guerra realizadas especialmente en Estados Unidos, la Santa Sede ayudó a los aliados contra el nazismo".

miércoles, 30 de enero de 2013

Querellas dinásticas




Desde la encomienda de Barcelona continuamos con el apartado destinado a saber más sobre la Orden del Temple. Por ello decididamente extraemos un nuevo texto del catedrático en historia Alain Demurger de su libro “Vie et mort de l’ordre du Temple”, donde nos explica las tramas y distintos apoyos que tuvo el Temple con los distintos estados, tanto de Europa como de Oriente Próximo.

Desde Temple Barcelona estamos convencidos de que su lectura la encontraréis interesante.

Hemos visto que, al liberar al rey Guido de Lusiñán y a Gerardo de Ridefort en 1188, Saladito sembró el desorden en el reducto latino de Tiro, puesto que el nuevo dueño del lugar, Conrado de Montserrat, les negó la entrada en la ciudad. Sabemos también cuál fue la reacción de Guido: ir a sitiar Acre. Con ello, los latinos recobraron la iniciativa para la tercera cruzada. El emperador Federico I no llegó nunca a Acre; se ahogó en Asia Menor. Pero Felipe Augusto y Ricardo Corazón de León están allí para aceptar, el 12 de julio de 1191, la rendición de la ciudad. El rey de Francia regresa de inmediato, mientras que Ricardo, con el apoyo del Temple y el Hospital, emprende la conquista de las villas costeras. Por consejo de las órdenes, renuncia a tomar Jerusalén, que los latinos no tendrían posibilidades de defender.

Los dos reyes tienen que solucionar las diferencias entre Guido y Conrado, cuya puesta es la suerte de la corona de Jerusalén. En esta ocasión, las órdenes militares sobrepasarán su papel natural de consejeros militares. Situados en el núcleo de los órganos del poder, se convierten en el elemento fundamental del “cuerpo político”. Su intervención será determinante en la solución de la crisis dinástica.

Guido de Lusiñán es rey por derecho de su mujer, Sibila. Conrado pone en duda su legitimidad a causa de las responsabilidades de Guido en el desastre de Hattin. Él se ha casado con la hermana menor de Sibila, Isabel. Las órdenes toman pronto su partido: el Temple, siguiendo a su maestre Ridefort, defiende con decisión a Lusiñán, mientras que el Hospital se inclina moderadamente por Montserrat. La llegada de Felipe Augusto y de Ricardo lo cambia todo. El primero sostienen a Conrado; el segundo a Lusiñán. Las órdenes cambian de chaqueta, y el Temple se une a Felipe y Conrado, el Hospital a Ricardo y a Guido de Lusiñán.

Sin embargo, el Temple no sigue ciegamente a Felipe Augusto. El nuevo maestre, Roberto de Sable, es un Manceau y, por consiguiente, vasallo de Ricardo. Protesta cuando Felipe Augusto establece sus cuarteles en la casa del Temple, “que me conducirán hasta mi país como si yo fuera templario”. En realidad, las órdenes han intentado en vano reconciliar a Ricardo y Felipe.

La rivalidad Montserrat-Lusiñán se soluciona en 1192. Montserrat se convierte en rey de Jerusalén y Guido recibe Chipre. Pero Montserrat es asesinado en ese mismo año. Su viuda, Isabel, la última heredera de la dinastía de Fulco de Anjou, se casa, con la aprobación de las órdenes, con Enrique de Champaña (1192-1197). Al morir Enrique en 1197, templarios y hospitalarios pusieron el veto a las pretensiones de Raúl de Tiberíades, barón de Palestina, por juzgarle demasiado pobre. Isabel se casó, pues, con Amalrico de Lusiñán, hermano de Guido. A su muerte, en 1205, las órdenes aconsejan pedir a Felipe Augusto que elija un esposo para la hija de Isabel, María, y por lo tanto un rey. El rey de Francia designa a Juan de Brienne, caballero de Champaña, que será el último verdadero soberano de Jerusalén (1205-1225).

Como se ve, las órdenes se opusieron en Jerusalén con respecto a las personas, pero adoptaron una política común: unión en torno a un verdadero rey.

En la misma época, estalla en Antioquia una guerra de sucesión (1201-1216). El principado del Norte, dirigido por Bohemundo III, vive poco más o menos en paz con los musulmanes de Alepo, pero está comprometido en un conflicto permanente con sus vecinos armenios de Cilicia. León III de Cilicia, vasallo de Bohemundo, quisiera invertir la relación feudal y someter el principado de Antioquia. Bohemundo III tiene dos hijos: Raimundo, el mayor, destinado a sucederle en Antioquia, y Bohemundo, el menor, conde de Trípoli.

Se forman tres grupos de intereses. León puede contar con el apoyo de la baronía de Antioquia, armenia o de sangre mezclada franco-armenia. En 1191, se ha apoderado de la antigua fortaleza templaria de Baghras, o Gastón, conquistada y luego desmantelada y abandonada por Saladito. Baghras es la clave de acceso a Antioquia a partir de Cilicia. En consecuencia, el Temple, que posee algunos castillos en Cilicia, como Roche-Guillaume, yque reivindica Baghras, y la burguesía latina de Antioquia, que se ha erigido en comuna en 1194 y que rechaza el dominio armenio sobre la ciudad, lo mismo que rechazó antaño el de los bizantinos, se oponen a León. Entre estos dos grupos se encuentra el de los moderados, reunido en torno al príncipe de Antioquia, Bohemundo III, y que se inclina por un acuerdo con Cilicia. Lo sostienen el rey de Jerusalén. Enrique, y el papa, puesto que éste teme una falsa maniobra que haga fracasar el acuerdo de unión de la iglesia armenia con Roma, que se halla en buen camino. Los moderados favorecen el matrimonio del hijo mayor de Bohemundo, Raimundo, con la hija de León III de Cilicia. De este matrimonio nacerá Raimundo Rupén. Raimundo muerte, y después Bohemundo III. En 1201, Raimundo Rupén, todavía niño, se convierte en príncipe bajo la tutela de su tío abuelo León II de Armenia. La burguesía de la ciudad se rebela y abre las puertas a Bohemundo de Trípoli, que se proclama príncipe con el nombre de Bohemundo IV.

Los templarios apoyan a este último, mientras que los hospitalarios siguen a León y al príncipe legítimo, Raimundo Rupén. Emboscadas y golpes de mano alternan con treguas y entrevistas de conciliación. En 1203, los templarios rechazan un comando armenio que había penetrado en la ciudad; en 1211, un grupo de templarios, que iba a reaprovisionar la fortaleza de Port-Bonnel, en Cilicia, cae en una emboscada, en la que resulta gravemente herido el maestre del Temple, Guillermo de Chartres.

La crisis se calma provisionalmente en 1216. Raimundo Rupén es reconocido por todos en Antioquia. Ha tenido la prudencia de devolver Baghras a los templarios, lo que suprime la principal razón del apoyo del Temple a Bohemundo IV. En este caso, los templarios proporcionaron lo esencial de las tropas a uno de los partidos que se disputaban el poder. Creo inútil multiplicar los ejemplos de las intervenciones de las órdenes en las cuestiones políticas de los Estados latinos. Se repiten a lo largo de todo el siglo. Todavía a comienzos del siglo XIV, el Temple se mezclará en el conflicto dinástico de Chipre.



martes, 29 de enero de 2013

Conociendo a Jesucristo: El Jesús apocalíptico


Desde la encomienda de Barcelona, proseguimos con el objetivo de saber un poco más la figura de Jesús el Cristo. Por ello volvemos a recoger un nuevo escrito recogido de la obra “Jesus Christ”, efectuada por el teólogo protestante J.R. Porter, donde nos ayudará a entender el significado de las palabras de Jesús designando el final de una era.

Desde Temple Barcelona, os recomendamos su atenta lectura.

Cruz bizantina con el Alfa y el Omega que representan al Cristo como Dios eterno, imagen derivada del Apocalipsis.
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El carácter apocalíptico del mensaje de Jesús se revela con mayor claridad en los pasajes conocidos como el “Apocalipsis Sinóptico” (Mt 24, 4-25, 46; Mc 13, 5-37; Lc 21, 8-36). Las tres versiones del discurso se basan en la misma tradición básica: Jesús predijo la destrucción del Templo y, en respuesta a la pregunta de los discípulos de cuándo ocurría ese suceso, reveló que anunciaría su Segunda Venida y el final de la era (Mt 24, 3).

Además, Jesús habló en privado con sus discípulos más cercanos (Mc 13, 3) sobre las catástrofes universales que marcarían el inicio del fin de los tiempos (Mc 7, 13-8 y paralelos); estas desgracias están descritas en un lenguaje que recuerda las predicciones apocalípticas de la Biblia hebrea y el Apocalipsis (Dan 2, 28; Is 19, 2; 19, 6; Ez 5, 12; 2 Esd 13, 31-32; 16, 18-19). El climax de todas estas calamidades sería la profanación del Templo, un “sacrilegio desolador” (Mt 24, 15; Mc 13, 14) –este punto se refiere al altar pagano de Zeus erigido en el Templo por el rey helenista Antioquia Epifano en el año 164 a.C. (Dan 9, 27; 12, 11; 1 Mac 1, 54)-. En la concepción judía, el Templo representaba el universo, y cualquier interferencia de sus rituales comportaría una catástrofe cósmica. Lucas sustituye la profanación del santuario por el asedio de Jerusalén (Lc 21, 20). Por regla general, se acepta que este punto hace referencia a los sucesos del año 70 d.C., aunque Lucas también pudo haberse inspirado en profecías bíblicas similares (Is 29, 1-3; Ez 4, 1-8).

Estos sucesos son el preludio de la liberación final, la Segunda Venida del hijo del hombre (Mc 13, 26 y paralelos), tal y como se profetiza en el libro de Daniel (Dan 7, 13-14). Su aparición está marcada por nuevos cataclismos cósmicos (Mc 13, 24 y paralelos), los cuales también recuerdan numerosos pasajes bíblicos (Sal 65, 7; Is 13, 10; 24, 23; Zac 12, 12-24). Los ángeles son los que llevan a cabo la misión redentora del hijo del hombre (Mt 24, 31; Mc 13, 27), los cuales desempeñan un papel central en la especulación apocalíptica judía. Matero concluye su versión del discurso de Jesús con una visión del hijo del hombre entronizado en el Juicio Final (Mt 25, 31-46).

La revelación de Juan

En el libro del Apocalipsis, Jesús se muestra más claramente como figura apocalíptica. Como muchos textos judíos del género apocalíptico, afirma ser la visión de un vidente al que se le revelaron secretos celestiales. Su autor, tradicionalmente identificado con el autor del Cuarto Evangelio, se basa en las Escrituras hebreas, los evangelios, y un amplio abanico de otras fuentes, como los libros de Enoc, la astrología y mitos habituales del mundo grecorromano. Su principal punto de partida temático es el Apocalipsis sinóptico.

El Apocalipsis no es sólo una visión del futuro, un punto de vista que con frecuencia ha conducido a malinterpretar su carácter y su objetivo. Como el libro de Daniel, presenta una determinada situación histórica de persecución, que se considera un preludio del fin del mundo y la justificación de los fieles. Empieza con mensajes del Cristo resucitado a sus iglesias de Asia Menor (Ap 1, 11; 2-3), a las que exhorata a resistir el hecho de la persecución. Al lo largo de toda la obra aparecen llamadas a mantenerse en alerta (Ap 13, 9-10; 13, 18; 14, 12; 16, 15).

Según el Apocalipsis, Jesús fue exaltado al Cielo en su muerte con el fin de asumir la autoridad universal. Él solo controla el curso de la historia y puede abrir los sellos del rollo del destino (Ap 5, 1-10). Los dolores de parto de la era mesiánica estarán marcados por la guerra, la hambruna y la peste (Ap 6-11) y la aparición de falsos cristos y profetas (Ap 12, 13). Pero las fuerzas del mal pronto quedarán aplastadas por la victoria de los seres angelicales (Ap 14-18), que anunciarán la vuelta de Cristo, el Juicio Final, un Cielo y una Tierra nuevos y una nueva Jerusalén (Ap 19-21).

lunes, 28 de enero de 2013

Evangelio dominical: El Espíritu del Señor está sobre mí



Desde la encomienda de Barcelona queremos compartir nuevamente con todos vosotros el evangelio de ayer domingo 27 de diciembre. Lo hacemos con la intención de que entre todos meditemos acerca de los versículos contenidos en las Sagradas Escrituras y de que éstos puedan servirnos para actuar en consecuencia con la fe cristiana.

Desde Temple Barcelona os recomendamos su profunda reflexión.

‘Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,
tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado,
a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con del poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.
Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".’ (Lc 1, 1-4; 4, 14-21)

Reflexión:

El inicio del evangelio de san Lucas se referirse a que hubo un serio debate entre los discípulos a la hora de ordenar los hechos que acontecieron a la vida pública de Jesús para darlos a conocer con la mayor precisión posible. Se desconoce si Jesús de Nazaret escribió un ‘diario’ con sus revelaciones y vivencias. Aunque sabemos que sabía leer, se intuye que no fue así, que Él como Hijo de Dios era el Verbo encarnado, con lo cual no hizo falta dejar por escrito su Palabra. Les dio instrucciones precisas a sus discípulos para que de manera oral explicasen al mundo, la Buena Nueva. Lucas también nos manifiesta en estos versículos, que el inicio de la prédica del Ungido, la efectúa interpretando la Escritura. Jesús se iguala con Isaías, ambos llevan el Espíritu del Señor, imprescindible para obrar de manera divina. Aunque al principio Jesús se equiparase a los profetas, no quiere decir que Él sólo fuese un profeta, más adelante dará a conocer ‘su doble naturaleza’: Hijo de Hombre e Hijo de Dios.

Plegaria:

¡Señor! Ayúdanos a interpretar correctamente la Palabra para que se nos revele la sabiduría necesaria para obrar como unos verdaderos hijos de Dios.

viernes, 25 de enero de 2013

El Papa valora positivamente los “Social Media”



Desde la encomienda de Barcelona queremos compartir con todos vosotros una noticia que hemos recibido del Servicio de Información Vaticana (VIS) que nuevamente se refiere al ámbito “hipermedia” y su difusión mediante las redes sociales.

La Iglesia –al igual que muchos de sus fieles- desea potenciar “el Evangelio” con la utilización habitual de la Palabra en las redes sociales. Sin duda se han convertido estas últimas, en una importante herramienta para compartir inquietudes y conocimientos.

Desde Temple Barcelona hemos querido divulgar la noticia en la página, para dar a conocer a nuestros lectores, cómo piensa la Iglesia institucional acerca de  este practiquísimo espacio y si van a continuar potenciándolo para llegar a más personas, que necesitan el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo y quizás todavía no lo conocen.

Ciudad del Vaticano, 24 enero 2013 (VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha tenido lugar la presentación del Mensaje de Benedicto XVI para la XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra este año el domingo12 de mayo, cuyo tema es: “Redes sociales, portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”. Han intervenido el arzobispo Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y monseñor Paul Tighe, Secretario del mismo dicasterio.

“El Mensaje de esta Jornada Mundial - ha dicho el arzobispo Celli- presenta una valoración positiva. aunque no ingenua, de los social media. Son considerados como una oportunidad de diálogo y de debate y se les reconoce la capacidad de reforzar los lazos de unidad entre las personas y de promover eficazmente la armonía de la familia humana. Este carácter positivo requiere, sin embargo, que se actúe en el respeto de la privacidad, con responsabilidad y dedicación a la verdad, y con autenticidad, dado que no se comparten solamente informaciones y conocimientos, sino que, en sustancia, comunicamos una parte de nosotros mismos”.

“La dinámica social de los social media -es oportuno subrayarlo- se inserta en aquella, todavía más rica y profunda de la búsqueda existencial del corazón humano. Hay un entrelazarse de preguntas y respuestas que da sentido al camino del ser humano. En este contexto el Papa toca un aspecto delicado de la cuestión, cuando habla de la marea de las informaciones que arrolla “la voz discreta de la razón”.

“El tema de la Jornada actual habla de nuevos espacios de evangelización; evangelización que es anuncio de la Palabra, que es anuncio de Jesucristo. Es necesario recordar, a este propósito, cuanto escribía Benedicto XVI en el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en 2011, cuando subrayaba que no se trata sólo de una expresión explícita de la fe, sino, substancialmente, de un testimonio eficaz, esto es en la manera en que se comunican “decisiones, preferencias, juicios que sean profundamente coherentes con el Evangelio, aunque si no se habla de él de forma explícita”.

A continuación monseñor Tighe ha explicado que el Papa “da por descontada la importancia del ambiente digital como una realidad en la vida de muchas personas. No se trata de una suerte de mundo paralelo, o solo virtual, sino de una ambiente existencial en que las personas viven y se mueven. Se trata de un “continente” en que la Iglesia debe estar presente y donde los creyentes, si quieren resultar auténticos en su presencia, tendrán que intentar compartir con los otros la fuente más profunda de su alegría y su esperanza, Jesucristo. El foro creado por las redes sociales, nos permite compartir la verdad que el Señor ha transmitido a su Iglesia, escuchar a los demás, conocer sus intereses y preocupaciones, comprender quienes son y que buscan”.

De igual modo, el Santo Padre “individua algunos de los retos que tenemos que enfrentar si queremos que nuestra presencia resulte eficaz. Tenemos que mejorar nuestro conocimiento del lenguaje de las redes sociales, un lenguaje que nace de una convergencia entre texto, imagen y sonido, un lenguaje que se caracteriza por la brevedad y que apunta, a involucrar los corazones y las mentes, pero también el intelecto. A este propósito, el Papa nos exhorta a servirnos de nuestro patrimonio cristiano, que es rico de signos, símbolos y expresiones artísticas. Necesitamos recordar una verdad fundamental de la comunicación: nuestro testimonio, -es decir, nuestras acciones y nuestros modelos de comportamiento- es a menudo más elocuente que nuestras palabras y declaraciones para expresar quienes somos y en qué creemos. En ámbito digital, el Papa sugiere que la voluntad de involucrarnos, con paciencia y respeto, en las preguntas y las dudas de los que encontramos en las redes puede constituir una expresión potente de nuestra atención y nuestra solicitud hacia ellos”.

jueves, 24 de enero de 2013

Descubriendo a María Magdalena




Desde la encomienda de Barcelona regresamos con el apartado dedicado a indagar sobre la figura de María Magdalena. Para ello continuamos con el manuscrito del evangelio atribuido a María Magdalena, que recoge el teólogo catalán Lluís Busquets de su obra “Els evangelis secrets de Maria i de la Magdalena. La història amagada”, donde pone de manifiesto su texto, dividiéndolo en diez apartados.

Desde Temple Barcelona, recomendamos su apasionante lectura.

b.1) El texto anotado

1.     (Las páginas 1-6 no han sido encontradas)

2.     La naturaleza de la materia

[…]En definitiva, ¿la materia será destruida o no? El Salvador respondió: “Cada naturaleza, cada producto, cada criatura existe en y con todas las demás. Cada una de ellas volverá a disolverse hasta su propia raíz. Porque la materia se disuelve en lo que es propio de su naturaleza. ¡Quien tenga dos orejas y pueda oír, que escuche! (Mg 7, 2-10)

3.     La naturaleza del pecado y el bien

Entonces Pedro dijo al Salvador: “Ya que nos has estado hablando de todas las cosas bajo el sol, explícanos también: ¿Cuál es el pecado del mundo?. El Salvador respondió: “El pecado no existe; en principio sois vosotros y sólo vosotros quienes engendráis el pecado al dejaros arrastrar por la naturaleza del adulterio, al cual denomináis “pecado”. Por eso, el Bien vino a vosotros cuando perseguisteis lo que es propio de cada naturaleza (el bien), para restaurarla en su raíz. Y continuó diciendo: “He aquí por qué enfermáis y morís: porque (os desvivís por lo que os) desencamina. ¡[Aquel que] reflexione habrá de detenerse en (estas cuestiones)! La materia alumbró una pasión que no tiene imagen porque desciende de lo contrario a la naturaleza. Sucede entonces que un gran trastorno se apodera de todo el cuerpo. Por eso os he dicho: “Comportaos correctamente, pero si os desordenáis, corregíos de acuerdo con la verdadera imagen de la naturaleza, (espiritual). ¡Quien tenga dos orejas y pueda oír, que escuche!” (Mg 7, 11-28; 8, 1-10)

4.     La despedida del Salvador

Y al pronunciar estas palabras, el Ungido se despidió de los allí presentes: “¡Que la paz os acompañe! –dijo-. ¡Que mi paz surja en vuestro interior! Permaneced en guardia para que nadie os desvíe del camino diciéndoos “¡Buscad por allí!” o “¡Buscad por allá!”. Porque la Criatura de la Humanidad verdadera vive en vuestro corazón. ¡Seguidla! Todo aquel que la busque habrá de encontrarla. Después id y predicad la buena nueva del Dominio Divino. No impongáis ninguna norma que se aparte de las que yo os he predicado, ni promulguéis ninguna ley como si fuese la ley de un legislador, para no ser presa de su dominación”. Y éstas fueron sus últimas palabras antes de irse. (Mg 8, 11-23; 9, 1-5)

5.     María Magdalena consuela a los otros discípulos

Pero los allí presentes continuaron afligidos y profiriendo lamentaciones amargas. “¿Cómo iremos por el mundo y anunciaremos la buena nueva del Dominio de la criatura de la Humanidad Verdadera? –dijeron-. Si no han tenido misericordia con él, ¿por qué iban a tenerla con nosotros?” Entonces, María Magdalena se puso en pie. Saludó a los allí presentes y, hablando con sus hermanos y hermanas, dijo: “No os aflijáis ni os lamentéis ni dudéis en vuestros corazones. Porque su gracia descenderá a vosotros y os protegerá. Alabemos su grandeza, ya que él nos ha preparado y nos ha hecho verdaderos Seres Humanos”. Cuando María Magdalena hubo pronunciado estas palabras, el corazón de todos los presentes se llenó de Bien, y se dispusieron a conversar sobres las enseñanzas  [del Salvador]. (Mg 9, 6-20)

6.     Pedro pide a María Magdalena que explique las enseñanzas que recibió

Pedro dijo a María: “Hermana, sabemos que el Salvador te apreció más que a las otras mujeres. Explícanos las palabras del Salvador que recuerdes, las cosas que sabes y nosotros no sabemos por haberlas escuchado”. María contestó: “Os contaré las cosas que vosotros desconocéis”. Y empezó a hablarles con estas palabras. (Mg 10, 1-9)

7.     Visión y mente

Ella dijo: “Yo tuve una visión del Señor y le dije: “Señor, hoy he tenido una visión de ti”. Y Él me respondió: “¡Bienaventurada seas por no turbarte al verme! Porque allá donde se encuentra la mente, se encuentra el tesoro. Yo le dije: “Y te pregunto, Señor: ¡Aquel que tiene una visión, la tiene con el alma o con el espíritu. El Salvador respondió: “La visión no se tiene ni con el alma ni con el espíritu; se tiene con la mente, que se halla en el medio, y esto es [lo que…]”. (Mg 10, 10-25)

8. (Las páginas 11-14 no han sido encontradas)

9.     El ascenso del alma

“…a ella”. Y el Deseo, dijo: “No te he visto bajar; sin embargo, ahora te veo subir. ¿Por qué mientes si me perteneces?”. El alma respondió: “Yo te vi. Tú no me viste, ni me conociste. Confundiste las vestiduras materiales con mi verdadero ser. Y no me reconociste”. Al decir esto, el alma se fue con gran regocijo. Entonces el alma volvió a toparse con la tercera Potestad celestial, a la que llaman Ignorancia. Ésta miró al alma de arriba abajo, diciendo: “¿Dónde vas? La maldad te domina. ¡En verdad te domina! ¡No juzgues!”. Y el alma dijo: “¿Por qué me juzgas, si yo no he pronunciado ningún juicio? He sido dominada, ero yo no he dominado nada. No me han reconocido, pero yo he reconocido que el universo está destinado a disolverse, tanto las cosas de la Tierra como las del Cielo”. Una vez que el alma hubo anulado de esta manera la tercera Potestad celestial, remontó su camino y vio la cuarta Potestad. Tenía siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, el deseo; la tercera, la ignorancia; la cuarta, los celos de muerte; la quinta, el dominio de la carne; la sexta, la loca sabiduría de la carne; la séptima, la sagacidad del iracundo. Éstos son los siete Signos de la Ira. Éstos preguntaron al alma: “¿De dónde vienes, homicida, y adónde vas, usurpadora del espacio?”. El alma contestó diciendo: “Lo que me ata ha sido muerto, y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi deseo ha terminado, y mi ignorancia ha sucumbido. Me hicieron caer de un mundo a otro mundo, y a una imagen desde otra imagen superior y desde el entramado de amnesias que yace bajo el tiempo, he de recibir el reposo en silencio”. Cuando María acabó de pronunciar estas palabras, se quedó callada, ya que esto había sido todo lo que el Salvador le había revelado. (Mg 15, 1-25; 16, 1-19; 17, 1-8)

10. La polémica de los discípulos acerca de las enseñanzas de María Magdalena

Entonces habló Andrés, dirigiéndose a los hermanos y hermanas allí presentes: “Decid lo que os parezca de las cosas que ella nos ha explicado, pero yo no creo que el Salvador las dijera, porque en verdad, enseñanzas como éstas son muy extrañas”. Pedro se sumó diciendo que también sospechaba de la veracidad de estas enseñanzas. E hizo referencia al Salvador: “¿Es que él habló a solas con una mujer sin que nosotros nos enteráramos? ¿Le daremos la espalda y le haremos caso a ella? ¿Acaso es posible que la haya preferido a ella antes que a nosotros?”. Entonces, María, gimoteando, dijo a Pedro: “Hermano Pedro, ¿qué te imaginas? ¿Tal vez supones que me he inventado estas enseñanzas en mi corazón o que cuento mentiras del Salvador?”. Entonces, Leví interrumpió dirigiéndose a Pedro: “Pedro, siempre has sido un hombre irascible. Ahora intrigas contra esta mujer, como un Adversario. Pero si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Es un hecho indudable que el Salvador la conocía profundamente. Por eso la quiso más que a nosotros. Debería darnos vergüenza. Tendríamos que dejarnos empapar por el Ser Humano perfecto, acogerlo en nuestro seno mientras nos guía y proclamar la buena nueva, sin hacer caso de ningún precepto ni ley que nos desvíe de las enseñanzas de nuestro Salvador”. Después, [de oír estas palabras], los presentes se dispersaron [para] predicar y enseñar. [El Evange]lio según María. (Mg 17, 9-20; 18 1-20; 19, 1-2)

miércoles, 23 de enero de 2013

El Papa pide “orar juntos” por la paz y la unidad de los cristianos



Desde la encomienda de Barcelona queremos compartir con todos vosotros una nueva noticia publicada en la página de Forum Libertas, donde se hace eco de las palabras de Benedicto XVI pronunciadas recientemente en referencia al conflicto armado de Mali y del mismo modo, insta a toda la comunidad cristiana a permanecer unida.

De igual forma que el Santo Padre insiste una vez más en pronunciarse a favor de la unidad cristiana, igualmente aprovechamos esta excelente ocasión, para pedir la unidad de todos los templarios para trabajar conjuntamente y sellar metas comunes que fortalezcan nuestros propósitos: trabajar por la justicia sirviendo a nuestro Señor Jesucristo.

Desde Temple Barcelona, os ofrecemos íntegramente la noticia.

ForumLibertas.com

Durante la meditación que antecede a la oración del Ángelus, el Papa Benedicto XVI invitó a “orar juntos” por la paz, para que, en los diferentes conflictos que permanecen activos, “se detengan las masacres de civiles desarmados, y se ponga fin a toda violencia, y se encuentre el valor del diálogo y de las negociaciones”.

Estas palabras del Santo Padre llegan al mismo tiempo que las del testimonio que ha concedido al Catholic News Service (CNS) monseñor Augustin Traoré, obispo de Ségou, una ciudad que se encuentra a unos 140 km de Diabali, la ciudad de Malí que está en el centro de los enfrentamientos entre las tropas francesas y los yihadistas rebeldes.

Mali es uno de esos lugares en conflicto a los que se refería el obispo de Roma y que Traeré describe así: “La población se esconde en la casa y no puede salir. Hasta que no terminen los bombardeos de la aviación francesa y los combates, nadie puede saber lo que está pasando”.

Y es que la prolongación de la guerra es un riesgo para el futuro de la Iglesia en Mali. El obispo de Ségou afirma que las relaciones entre cristianos y musulmanes “siguen siendo buenas a nivel local” y no han sido dañadas por las guerrillas islamistas, añade: “a pesar de que todas las iglesias están intactas, las personas tienen miedo de entrar en ellas. Nuestra cultura católica entera está en peligro si la guerra se prolonga demasiado”.

El pasado mes de julio, en un comunicado conjunto, la Conferencia Episcopal de Malí y la Asociación de Iglesias Protestantes deploraron los robos contra las familias cristianas y la ocupación de iglesias en Tombouctou, Gao y otras ciudades del norte conquistadas por los yihadistas rebeldes.

El Papa, por la unidad de los cristianos

Benedicto XVI también reflexionó durante el rezo del Ángelus sobre alcanzar aquello “Que espera el Señor de nosotros” (cf. Mi. 6,6-8), haciendo clara referencia al tema de la Semana, que fuera propuesto por algunas comunidades cristianas de la India, y cuya invitación es a “caminar con determinación hacia la unidad visible de todos los cristianos y de superar, como hermanos en Cristo, todo tipo de discriminación injusta”.

En ese sentido, esta Iglesia -reflexionó Benedicto XVI-, “es la esposa de Cristo, el cual la hace santa y hermosa con su gracia, (pero) está siempre necesitada de purificación”. Su análisis se centró en que una de las culpas más graves que aún tiene el cristianismo es aquella contra la unidad visible, “en particular las divisiones históricas que han separado a los cristianos y que aún no han sido superadas”.

Recordó que esta semana, de 18 al 25 de enero, se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, la cual es “un momento siempre grato a los creyentes y a las comunidades, que despierta en todos, el deseo y el compromiso espiritual por la plena comunión”.

Evocó por ello la vigilia celebrada hace un mes en la Plaza de San Pedro, con miles de jóvenes de toda Europa, y con la comunidad ecuménica de Taizé, la que denominó “un momento de gracia en el que experimentamos la belleza de formar en Cristo una sola cosa”.

martes, 22 de enero de 2013

Los milagros del Padre Pío




Desde la encomienda de Barcelona retomamos el apartado destinado a conocer la vida del Padre Pío, y la capacidad que tenía para obrar milagros y realizar conversiones al catolicismo. Hoy veremos cómo, personas que no saben lo que desean, se decantan por buscar significado a su existencia fuera de la Iglesia. Pero no queremos extendernos más y pensamos que es mejor que os recreéis con su lectura.

Desde Temple Barcelona sabemos que después de leerlo, no os dejará indiferentes.

Del padre al hijo

Nacido en el seno de una familia protestante, Federico Abresch brindó el testimonio de su conversión en los años treinta a Alberto del Fante, otro antiguo laico tan rabioso como él, enemigo acérrimo de todo lo sobrenatural, a quien aludiremos de nuevo muy pronto.

Más tarde, María Winowska tuvo oportunidad de conocerle también durante su visita a San Giovanni Rotondo.

El caso de Federico Abresch recuerda a los ya relatados al principio por Gianna Vinci y Joaquín Hernández, sólo que al revés; es decir, fue esta vez la conversión del padre la que abrió al hijo el insospechado horizonte de su alma. Enseguida veremos por qué.

Federico Abresch llegó a San Giovanni Rotondo en 1928. Había oído hablar de un fraile estigmatizado que hacía milagros. La curiosidad morbosa, unida al ánimo supersticioso de que pudiese curar a su esposa, pendiente de una delicada operación que podía impedirle ser madre, le condujeron finalmente hasta allí.

Aun siendo protestante por nacimiento, Federico Abresch acabó abrazando el catolicismo por estricta conveniencia social. La religión constituía sí para él una simple máscara ante los demás. Huía del dogmatismo como del sacrificio. Amaba, por el contrario, las ciencias ocultas, el espiritismo. Cayó incluso en las garras de la magia y, más tarde, en las de la teosofía; temas sobre los que poseía una de las mejores bibliotecas privadas de su tiempo.

Entretanto, para no contrariar a su piadosa mujer, se acercaba de vez en cuando a los sacramentos sin ninguna convicción.

Con semejante bagaje espiritual aterrizó aquel hombre en San Giovanni Rotondo. ¿Qué sucedió entonces?

Él mismo lo relataba así, de su puño y letra:

“El primer contacto con el Padre Pío me dejó frío. Me habló secamente y con brevedad; sin el cariño que yo esperaba de él tras un viaje tan largo y penoso. Pese a todo, decidí confesarme.

Apenas me arrodillé, dijo que había callado pecados mortales en confesiones anteriores y quiso saber si procedía de buena fe. Yo le contesté que la confesión era par mí una acertada institución social, en cuyo carácter sacramental no creía. Luego, sin saber por qué, añadí: ‘Pero ahora, Padre, creo’. Él permaneció en silencio un instante, tras el cual, con una expresión de indecible dolor, me dijo: ‘Estaba usted en la herejía y, por tanto, todas sus comuniones han sido sacrílegas. Es necesario que haga una confesión general. Examine a fondo su conciencia y recuerde su última confesión bien hecha. Jesús no fue tan misericordioso con Judas como lo está siendo con usted…’ Clavándome una mirada gélida, añadió: ‘Sia lodato Gesú et Maria…’ [Alabados sean Jesús y María].”

El penitente permaneció un rato en la sacristía, consternado y meditabundo, mientras las palabras del confesor resonaban en su conciencia:

“Recuerde su última confesión bien hecha…”.

Recordaba, en efecto, que había sido bautizado de nuevo sub conditione tras convertirse al catolicismo. Poco después, hizo una completa confesión en la que manifestó todos los pecados cometidos desde la infancia.

Dejemos ahora al protagonista que prosiga con su relato:

“Mi cabeza era una partida de ajedrez cuando el Padre Pío volvió a la sacristía: ‘Con que…¿desde cuándo?’ –inquirió.

“Comencé a balbucear algo, pero él me cortó en seco: ‘Está bien; usted se confesó bien a su regreso de la luna de miel. Abandonaremos pues todo lo anterior y comencemos desde entonces”.

“Yo estaba más muerto que vivo. Pero él no me dejó más tiempo para reflexionar. Con una nitidez y precisión sorprendentes, fue enumerándome todas las faltas acumuladas en tantos años. Me dijo incluso la cifra exacta de misas a las que había faltado. Recapitulados todos mis pecados mortales, valoró su gravedad y añadió en un tono que jamás olvidaré: “Lei ha sciolto un inno a Satana, mentre Gesú nel suo sviscerato amore si e rotto il collo per Lei” [Usted cantaba himnos a Satanás mientras que Jesús, en su entrañable caridad, se ha sacrificado por su amor].

“Recibida la absolución, me sentí tan feliz y ligero que me parecía tener alas”.

A Federico Abresch le faltó tiempo para llevar a su esposa enferma a San Giovanni Rotondo.

Una vez allí, la señora Abresch mantuvo el siguiente diálogo con el Padre Pío:

-Padre, los tres doctores que he consultado coinciden en que debo operarme. Dígame usted qué puedo hacer…

-Pues haga lo que le dicen los médicos –repuso, diplomático, el capuchino.

La mujer rompió a llorar; luego, más calmada, añadió:

-¡Pero Padre, si hago eso no podré tener hijos nunca!

-Entonces, nada de hierros, niente ferri –advirtió él, levantando la mirada al Cielo-… Quedaría usted malparada para toda la vida.

La señora Abresch dejó luego constancia escrita de su precioso testimonio, igual que su marido. Dice así:

“Regresé a Bolonia llena de alegría y esperanza. Desde aquel día, en efecto, cesaron mis hemorragias y desaparecieron para siempre todos los demás síntomas de mi enfermedad. Cuando, al cabo de dos años, mi marido visitó de nuevo al Padre Pío, éste vaticinó que tendríamos un niño. Cuál fue mi sorpresa al recibir este telegrama de San Giovanni Rotondo, que conservo en mi poder: ‘¡Felice più che mai, prepara corredo bimbo! [“¡Nunca fuiste más feliz, prepara la canastilla!]. Un año después, efectivamente, tuve un bebé. Fue un parto sin dolor pese a los pronósticos de los médicos, cuyo consejo abandoné bastante antes de mi embarazo. Tanto mi marido como yo, somos ahora felices, inmensamente felices.”

Más tarde, el propio Federico Abresch proclamó entusiasmado a María Winowska, en San Giovanni Rotondo: “¡Ese niño es hoy sacerdote!... ¡El Padre Pío lo había vaticinado!”.

Sin duda, las oraciones de sus padres influyeron decisivamente en aquella maravillosa vocación.

¡Qué inmenso poder el de la comunión de los santos!


lunes, 21 de enero de 2013

Evangelio dominical: Las bodas de Caná



Desde la encomienda de Barcelona, como cada lunes, queremos compartir con todos vosotros el evangelio del Día del Señor. Para ello qué mejor que hacerlo mediante la reflexión del mismo, pues de esa forma podemos sacar nuestras propias conclusiones sobre el contenido de las Sagradas Escrituras.

Desde Temple Barcelona, os invitamos a que meditéis estos versículos del evangelista  san Juan, donde nos habla sobre el primer milagro de nuestro Señor Jesucristo.

‘Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús también fue invitado con sus discípulos.
Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino".
Jesús le respondió: "Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía".
Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les diga".
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
Jesús dijo a los sirvientes: "Llenen de agua estas tinajas". Y las llenaron hasta el borde.
"Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete". Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo
y le dijo: "Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento".
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.’ (Jn 2, 1-11)

Reflexión:

Sobre los acontecimientos relatados por el discípulo san Juan que se produjeron durante las bodas de Caná de Galilea, conocemos que María, la madre de Jesús, ante el problema de haberse acabado el vino durante la celebración de la boda, lo pone en conocimiento de su Hijo y Éste –curiosamente no entiende por qué su madre se lo indica- accede a solucionarles el problema convirtiendo el agua depositada en las tinajas en vino de calidad. Podemos deducir que la Santísima Virgen María, siempre se preocupa por detalles que aparentemente no tienen excesiva importancia y que ésta intercede por Jesucristo en tales asuntos. Por otro lado, Jesús, al hacer caso a su madre, nos demuestra que debemos ocuparnos de las demandas de nuestros padres, pues así lo hizo Él.

Plegaria:

¡Señor! Haz que seamos capaces de preocuparnos por los problemas de los demás, aunque de antemano, nos parezcan que no van con nosotros. Te pedimos que nos ayudes a obedecer a nuestros padres, honrándoles como se merecen.

viernes, 18 de enero de 2013

Templarios en las tierras del río Ebro: Vinebre




Desde la encomienda de Barcelona, seguimos con el apartado destinado a conocer las zonas más singulares del río Ebro donde residieron los templarios del reino de Aragón. Para nos adentraremos con la ayuda del escritor granadino D. Jesús Ávila Granados, por otro atractivo enclave: Vinebre.

Para ello nos hemos valido de su obra “Templarios en las tierras del río Ebro”.

Desde Temple Barcelona os garantizamos que disfrutaréis de tan ameno recorrido.

Fotografía de aficionados a la pesca disfrutando del río Ebro a su paso por Vinebre.

Ribera d’Ebre, Tarragona.

Vinebre, en el extremo NE de la comarca, sobre la ribera izquierda del río Ebro, ha estado un enclave muy cobijado por muchos pueblos desde tiempos protohistóricos, como lo confirma la existencia del yacimiento de San Miguel, poblado ibérico del siglo III a.C., de 8.000 metros cuadrados de superficie, al pie del homónimo cerro, a tan sólo un kilómetro de distancia de la población, desde el cual se domina perfectamente el legendario Paso del Asno; las campañas de excavación no dejan de aportar interesantes testimonios de la mayor calidad (cerámica, figurillas de terracota, pesos de telar, monedas…). Todo esto, juntamente con los hallazgos realizados en la villa romana de la Fontjoana (surco funerario de inspiración astral), se conserva en el Museo Nacional de Arqueología de Tarragona.

Vinebre fue una importante alcazaba andalusí (el nombre de la cual deriva del árabe clásico ibn-Àbir, que es un gentilicio propio de persona); en esta época pertenecen los tradicionales cultivos de una floreciente agricultura (avellana, vino y aceite de oliva extravirgen), productos de prestigio que se han mantenido vigentes hasta nuestros días; se conservan los restos de un ham-man (baños árabes). La conquista cristiana tuvo lugar en el 1149, a iniciativa del conde Ramón Berenguer IV, el cual concedió la plaza a los templarios; los caballeros de la Orden, desde el Bailiazgo de Miravet, supieron administrar justicia y mantener el respeto y diálogo entre las diferentes culturas.

No obstante esto, a finales del siglo XIII, en concreto en el año 1284, la villa de Vinebre fue destruida completamente por las tropas de Guillem d’Entença, en la culminación de los sangrientos conflictos ocasionados por la rivalidad de la influyente familia de los Entença; la mayoría de sus habitantes fueron degollados, aprovechando una jornada que el pueblo se encontraba sin protección del Temple. Poco después, el comendador Berenguer de Sanjust, llevó a término la reconstrucción integral de la población, pero en un lugar más próximo a la ribera, para poder socorrer mejor las defensas desde el agua. Esta nueva fundación fue bautizada con el nombre de Vilanova de Vinebre.

La iglesia parroquial está dedicada a san Juan Bautista; se trata de una obra barroca (s.XVIII), levantada sobre la anterior iglesia de factura templaria. A menos de un kilómetro de distancia de la población, se alza la ermita de San Miguel Arcángel, que domina un enclave importante; fue construida por los monjes de Escaladei (Priorato), en el año 1680, sobre una iglesia templaria anterior (s.XII). Después de beber agua en la fuente medicinal, si el viajero es amante del senderismo y lleva un calzado adecuado para caminar, aconsejamos que se acerque a la Roca del Sol, la montaña sagrada que, en forma de inmenso timbal de piedra, domina el lento curso del Ebro, ya en el vecino municipio de Garcia.

La villa de Vinebre ofrece, además, un interesante patrimonio monumental, como es Ca Don Joan, singular edificio del siglo XVI, joya del renacimiento civil; el convento y colegio de las Teresitas, obra de Bernat Martorell, amigo y discípulo de Gaudí; y la casa natal de san Enric d’Ossó i Cervelló, fundador de la Orden de las Teresitas, una interesante masía del siglo XIX convertida en museo.

Los famosos vinos de Vinebre –blancos y de misa-, orgullo y prestigio de esta población, así como la tradición de elaboración del aceite –amparado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Siurana- se deben también a los templarios. 

jueves, 17 de enero de 2013

Buscando el rostro de Dios




Desde la encomienda de Barcelona queremos compartir con todos vosotros una noticia que recibimos ayer miércoles del Servicio de Información Vaticana (VIS) donde recoge las palabras de Benedicto XVI, sobre la necesidad de buscar el rostro de Dios.

Desde Temple Barcelona estamos convencidos de que la reflexión del Santo Padre os será enriquecedora.

Ciudad del Vaticano, 16 enero 2013 (VIS).-La historia de la salvación, es decir la historia de Dios que se revela al hombre progresivamente ha sido el tema de la catequesis del Santo Padre durante la audiencia general de los miércoles.

El Antiguo Testamento narra esta obra y nos dice cómo Dios, después de la creación, a pesar del pecado original vuelve a ofrecer al ser humano la posibilidad de su amistad, “a través de la alianza con Abraham y el camino de un pequeño pueblo, el de Israel, que no elige según los criterios del poder terrenal, sino sencillamente por amor(...) Para esta obra se sirve de mediadores, como Moisés, los profetas y los jueces, que transmiten al pueblo su voluntad, recuerdan la necesidad de fidelidad a la alianza y mantienen viva la esperanza de la realización plena y definitiva de las promesas divinas”.

La revelación de Dios alcanza su plenitud en Jesús de Nazaret; en Él “Dios visita a su pueblo y a la humanidad de una manera que va más allá de todas las expectativas: envía a su Hijo unigénito; se hace hombre Dios mismo. Jesús no nos dice algo acerca de Dios, no habla simplemente del Padre, (...) nos revela el rostro de Dios”. En la frase de Jesús: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”, se encierra “la novedad del Nuevo Testamento: (....) Dios se puede ver, ha manifestado su rostro, es visible en Jesucristo”.

Benedicto XVI ha recordado la importancia de la búsqueda del rostro de Dios a lo largo del Antiguo Testamento, es decir de “un 'Tú' que puede entrar en una relación, que no está cerrado en su cielo mirando desde lo alto a la humanidad. Ciertamente, Dios está por encima de todo, pero se dirige hacia nosotros y nos escucha: nos ve, habla, estrecha alianzas, es capaz de amar. La historia de la salvación (...) es la historia de esta relación que Dios revela progresivamente al hombre”.

Con la Encarnación la búsqueda del rostro de Dios “da un vuelco inimaginable, porque ese rostro ahora se puede ver: es el de Jesús, el del Hijo de Dios que se hizo hombre. En Él se cumple el camino de la revelación que Dios comenzó con la llamada de Abraham. Él es la plenitud de esta revelación, porque es el Hijo de Dios; es a la vez 'mediador y plenitud de toda la revelación'; en El coinciden el contenido de la Revelación y el Revelador (...) Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, no es sencillamente uno de los mediadores entre Dios y el hombre, sino 'el mediador' de la alianza nueva y eterna(...) En él vemos y encontramos a Dios al que podemos invocar con el nombre de 'Abba, Padre'; en el nos viene dada la salvación”.

“El deseo de conocer realmente a Dios, es decir, de ver su rostro -ha subrayado el Papa- está grabado en todos los seres humanos, incluso en los ateos. Y quizás nosotros tenemos también, inconscientemente, este deseo de ver sencillamente quien es El (...) Pero esto deseo se cumple siguiendo a Cristo (...) así vemos finalmente a Dios como a un amigo. Lo importante es que lo sigamos no sólo cuando lo necesitamos o cuando encontramos con un rato de tiempo entre los miles quehaceres cotidianos. Nuestra entera existencia debe orientarse al encuentro y al amor con Jesucristo; y, en esa existencia el amor al prójimo debe ocupar un lugar central; ese amor que, a la luz del Crucifijo, hace que reconozcamos el rostro de Jesús en los pobres, los débiles y los que sufren”.

miércoles, 16 de enero de 2013

Intensificación del dominio del Temple en Oriente




Desde la encomienda de Barcelona retomamos al apartado dedicado a indagar  históricamente sobre la Orden del Temple, con el objetivo de aportar más luz en la conducta de los templarios en la sociedad. Para ello nuevamente seleccionamos un texto del catedrático en historia Alain Demurger de su libro “Vie et mort de l’ordre du Temple”, donde nos relata el complejo papel diplomático y gubernamental que tuvo el Temple tanto en Occidente como también en Outremer.

Desde Temple Barcelona os recomendamos su apacible lectura..

Envueltos en las querellas de Tierra Santa y convirtiéndose a pesar de todo (¿a pesar de todo?) en partidistas, sirviendo a los príncipes, a la vez que obligados a pasar mucho tiempo defendiendo los derechos y privilegios que esos mismos príncipes atacan, ¿no habrán perdido de vista los templarios los objetivos de su orden? No lo parece. Combatieron hasta el final en Palestina y, hasta ese final, el Occidente templario siguió proporcionando al Oriente templario lo que necesitaba. De los setenta y seis templarios interrogados en Chipre después de su detención, cincuenta y dos han entrado en la orden después de 1300, la mayoría en Occidente.

El Temple comparte con el Hospital la responsabilidad casi completa de la defensa de los establecimientos latinos en Oriente, establecimientos que han aumentado con la conquista de Chipre por Ricardo Corazón de León y la creación de los Estados latinos de Grecia después de la cuarta cruzada. Esos territorios “nuevos” han atraído a caballeros de Occidente, pero también a ciertos barones de Siria-Palestina. El papel de las órdenes se refuerza más todavía.

Chipre forma la gran base de retaguardia de los Estados latinos; el reino armenio de Cilicia está en contacto con los turcos y los mongoles del norte de Siria; le Imperio latino de Constantinopla y el principado de Morea se enfrentan a los griegos, convertidos en sus enemigos. Todas estas regiones forman parte de la zona del “campo de batalla”, aunque no se encuentren en primera línea. Por lo tanto, templarios y hospitalarios se han instalado en ellas, acabando por crear nuevas provincias.

En Cilicia, los templarios poseen una marca, atravesada por la frontera que separa Cilicia y el principado de Antioquia. Baghras, Roche-Guillaume, Roche-Roissel, Port-Bonnet son sus puntos fuertes. Sin embargo, no se crea una provincia del Temple en Cilicia hasta 1268, tras la caída de Antioquia, con su capital en Roche-Guillaume. A causa de sus pésimas relaciones con la dinastía armenia, los templarios nunca ocuparán en este país una posición tan fuerte como los hospitalarios, ni siquiera como los teutónicos. Se les solicitará, no obstante, como a las demás fuerzas latinas del Mediterráneo oriental, para que acudan en socorro de lo que constituye, después de la caída de Acre, el último Estado cristiano de Siria-Palestina.

Después de la cuarta cruzada, se crea en Grecia una provincia de Rumania, que, a finales del siglo XIII, mantendrá relaciones estrechas con Italia del Sur. Los templarios poseen bienes en Tesalia, en Eubea y sobre todo en Morea, donde se hallan presentes desde el comienzo de la conquista. Como las demás órdenes, el Temple ha recibido del príncipe feudos y pueblos. Y como en todas partes, disputa con el clero secular, especialmente con el arzobispo latino de Patrás, a propósito de ciertas casas o de la abadía de Provata. Tampoco las relaciones con el príncipe de Morea, que domina su Estado con mano de hierro, dejan de plantear conflictos. Para terminar la conquista. Godofredo II exige el servicio militar de los hombres de los establecimientos religiosos, comprendidas las órdenes militares. Al negarse éstas, el príncipe no vacila en embargar sus bienes durante tres años.

Poco faltó para que los templarios creasen en la isla de Chipre un Estado templario, mucho antes que los teutónicos en Prusia y en Livonia y un siglo antes que los hospitalarios en Rodas. La cuestión se remonta a la tercera cruzada. Ricardo Corazón de León, que ha salido de Mesina en dirección a Siria, tropieza con lagunas dificultades a la altura de Chipre, suscitadas por el déspota griego de la isla. Ricardo desembarca en ésta y se apodera de ella. No sabiendo qué destino darle, se la vende a los templarios. Mal preparados para la tarea de gobernar una isla demasiado grande, el centenar de templarios presentes en ella no logran dominar la situación. En abril de 1192, se rebela la población griega. Acosados en Nicosia, los templarios y los latinos reaccionan duramente y dominan la rebelión. Sin duda los templarios se dan cuenta entonces de que necesitarían demasiados medios humanos para conservar Chipre y que tendrían que sacrificar para ello sus ideales de cruzada. Por eso “hacen saber al maestre del Temple y al rey de Inglaterra que dispusiese de la isla según su voluntad, ya que ellos no podían conservarla por más tiempo”. Siguiendo sus consejos. Ricardo la cedió entonces a Guido de Lusiñán.

Los templarios se contentan con establecerse en la isla como lo hacen en otras partes: compra de bienes inmobiliarios, castillos, donaciones y concesiones diversas. Dado que Chipre se convierte en el centro de operaciones de los latinos en el Mediterráneo oriental, el maestre de la orden visita la isla con frecuencia. La caída de Acre provoca naturalmente un repliegue sobre la isla de los latinos, templarios, hospitalarios y otras gentes. El rey de Chipre, que sabe a qué atenerse, toma las medidas necesarias para no dejarse sumergir por las órdenes. Intenta conseguir un impuesto de capitación sobre los hombres de éstas, pero el papa se lo prohíbe. Como desquite, el príncipe les impide adquirir bienes sin su consentimiento y el del papa.

La situación se complica con la crisis política que estalla en 1306. El rey Enrique está enfermo, y su hermano Amalrico se rebela contra él, con el apoyo de los templarios. El Hospital adopta una postura más neutral. Esto conducirá a una situación curiosa en los años siguientes: mientras que los templarios son detenidos en todas partes, los de Chipre, protegidos por Amalrico, permanecen libres hasta 1309, fecha en que se aplica por fin la decisión pontificia.

Chipre no podía transformarse en un “Estado templario”. Obsérvese que en Cilicia, en Morea, en Chipre, Estados que se desarrollan en el siglo XIII, las órdenes militares se oponen a los poderes de príncipes decididos a hacer respetar su autoridad. La situación, muy distinta de aquella que las órdenes conocieron en Jerusalén, es comparable a la de Occidente.

Los tiempos han cambiado. Si no quieren perecer, las órdenes militares tienen que imaginar otras soluciones frente a unos poderes laicos fuertes.