© 2009-2019 La página templaria que habla de cultura, historia y religión - Especial 'Proceso de los templarios'

lunes, 4 de marzo de 2013

Evangelio dominical: la parábola de la higuera y el viñador



Desde la encomienda de Barcelona retomamos nuevamente la reflexión del evangelio de ayer domingo 3 de marzo. Todavía nos encontramos en el periodo del evangelista Lucas y hoy toca meditar sobre la parábola de la higuera estéril.

Desde Temple Barcelona, deseamos que su contenido lo encontréis provechoso.

‘En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilatos mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. 
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? 
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. 
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? 
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera". 
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. 
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'. 
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. 
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".’ (Lc 13, 1-9)

Reflexión:

En estos versículos de Lucas, Jesús nos habla sobre las injusticias que se producen en este mundo e indica que cuando suceden accidentes o muertes, éstas no deben achacarse a que Dios lo ha querido así, porque los afectados no hacían lo que debían. Más bien nos advierte que suceden cosas porque éstas deben ocurrir por algún designio divino, sin necesidad de que sean un premio o un castigo.

Ahora bien, Jesús advierte que es mejor convertirse que dejarse llevar por otros o por uno mismo al margen del Altísimo, porque esto último, influye a que tengamos más posibilidades de que nos sucedan desgracias.

Jesús concluye con la parábola de la higuera que no daba frutos, para esclarecer cómo debemos obrar cuando existen problemas. Nos propone dos opciones: una cortar de raíz con el problema de manera severa, y otra, intentar reflexionar qué no estamos haciendo bien para conseguir los resultados esperados. Si aún así no conseguimos frutos, siempre estamos a tiempo de ‘cortar por lo sano’.

Plegaria: 

¡Señor!, danos la fe y la fuerza necesarias para que sepamos encontrar soluciones a nuestros problemas. No nos permitas actuar al margen de tu Palabra, necesaria para que el mundo pueda ser justo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario